Mantenimiento

Los paneles fotovoltaicos requieren un mantenimiento mínimo. Se pueden limpiar de vez en cuando si se acumulan hojas, polen o polvo o excrementos de aves. Puedes enjuagarlos con el agua de la manguera del jardín, y una gamuza o esponja, pero  nunca con productos químicos, abrasivos o herramientas que puedan rallar la superficie.

Si quieres hacerlo, debes hacerlo por la mañana o por la noche cuando los módulos estén fríos y no se produzcan en los módulos cambios de temperatura violentos. Estos están hechos de vidrio y por lo tanto son frágiles. 

No los limpies en días que haga viento: No pongas en riesgo tu seguridad. Lo único que obtendrás será que la suciedad y el polvo que el aire levante se queden pegados a los módulos.

No utilices máquinas de lavado a presión: Podrías dañar de forma permanente tus paneles solares debido a la presión. Asegúrate de limpiar tus paneles sin provocarles daños. No solo reducirías su eficiencia y vida útil, sino que podrías hasta perder la garantía.

La seguridad ante todo: Estarás realizando este trabajo a una altura elevada, por lo que, para evitar riesgos indeseados, usa un arnés de seguridad y fíjate mediante cuerdas de seguridad a un punto fijo que soporte tu peso en caso de caída, ten precaución con las medidas de seguridad a tomar. Por otro lado, al estar trabajando con electricidad y agua, es importante que uses los medios aislantes de protección necesarios, bajes las protecciones de cuadro de fotovoltaica, y que apagues tu inversor antes de proceder.

POR FAVOR, ten mucho cuidado de que los equipos estén apagados y las protecciones bajadas antes de limpiar los paneles solares, la electricidad no es un juego y la seguridad es lo más importante.